La voz compasiva de Dios

Publicada el 24 de Enero del 2025

No podemos guardar silencio por lo ocurrido con el discurso de la obispa Mariann Edgar Budde (iglesia Episcopal), a propósito de la llegada al poder de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Tampoco, por las acciones políticas que ella denuncia adoptadas en contra la diversidad sexual. Es imposible que guardemos silencio ante la manifestación valiente de esta mujer de cara a quien transitoriamente ejerce el mandato frente a la nación más poderosa del mundo.

Nos emociona como la Obispa se dirige a los presentes y que hemos visto en el video viralizado en redes sociales y medios de comunicación. Contemplamos a alguien que habla desde su experiencia y que asume la voz de otros. Ella escoge un tono que no se expresa con superioridad moral o política, más bien, su voz expresa auténtica compasión.

En el nombre de nuestro Dios, le pido que tenga misericordia de las personas en nuestro país que hoy tienen miedo”.

¿Por qué este llamado? Marianne da la razón al comienzo de su prédica: “Millones de personas han depositado su confianza en usted y, como le dijo ayer a la nación, ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso”.

Si Dios puso su mano, esperaríamos que el corazón del Presidente quedara sensible al amor. Pero, buscando su respuesta, en la red social de la que es dueño, nos encontramos con estas palabras: (ella) “es una radical de izquierda que odia a Trump”. “Su tono era desagradable, no fue convincente ni inteligente. No mencionó la gran cantidad de inmigrantes ilegales que llegaron a nuestro país y mataron personas”. “Aparte de sus declaraciones inapropiadas, el servicio fue aburrido y poco inspirador”.

Volvamos al sermón de la Obispa. “Hay niños y jóvenes gays, lesbianas y transgénero en familias demócratas, republicanas e independientes, algunos de los cuales temen por sus vidas”. “Las personas que cosechan nuestros alimentos y limpian nuestros edificios de oficinas, que trabajan en las granjas avícolas y las plantas procesadoras de carne, que lavan los platos (...) tal vez no sean ciudadanos o no tengan la documentación en regla, pero la gran mayoría de los inmigrantes no son criminales. Pagan impuestos, son buenos vecinos y miembros fieles de nuestras iglesias, mezquitas, sinagogas, gurdwaras y templos”.

Marianne se revela igualmente como una persona inclusiva. Cuando habla de diversidad sexual nombra a todo el espectro político de Estados Unidos, recuerda que la mayoría de los migrantes no ha violado la ley, y que muchos de ellos asisten al encuentro con Dios desde diferentes religiones.

Ella pone de manifiesto que el tono de voz de la compasión se expresa desde la inclusión de todos y todas. Y aquí lo hace frente al poder que con frecuencia se disfraza de Dios o cree sentirse bendecido por él.

Es posible que Trump estuviera esperando un sermón así: señor presidente, Dios ha puesto su mano sobre usted, por lo tanto, tiene su permiso para poner su pie sobre las diferencias y los orígenes. ¡Bravo!, Dios le bendiga.

No. El poder con frecuencia no atiende ni entiende la voz de Dios porque entorpece sus planes.

El salmo 103 nos describe con más claridad cómo es la voz del Dios misericordioso: “El señor es compasivo y clemente, lento a la ira, rico en amor. No está siempre litigando, ni guarda rencor perpetuo. No nos trata según nuestros pecados ni nos paga conformes a nuestras culpas” (Sal 103, 8-10).

El Señor nos comunica a través del evangelio de Lucas cómo ha de ser el camino de una cristina y cristiano ante esa voz: “Sean compasivos como es compasivo el Padre de ustedes”. (Lc 6,36)

No dudamos de que la Obispa conoce cómo suena la voz del Dios. Busca encarnarla en su vida haciéndose eco, sin miedo, sin medias tintas, sin ideología política, ante quien de manera temporal pretende el poder avasallador.

Hoy desde Padis+ oramos con mucha fuerza por los perseguidos, los que no tienen acceso al poder, y por la diversidad sexual que verá restringida sus derechos, su reconocimiento y dignidad. A las personas LGBTQ+, los animamos a oír la voz de Dios que habla desde la compasión, tal como lo busca hacer esta mujer y líder religiosa.

Sabemos en qué tono de voz Dios pone mucha más atención, y casi siempre está lejos del poder terrenal.

Padis+

Padis+ Padres

Erich Mellado Gómez