¿Y quién es este Papa que ha anunciado su pronta llegada a Chile? Para algunos, un progresista que ha traído nuevos aires a la Iglesia, para otros, uno que merece ser resistido y desafiado por los pasos que ha dado. Lo cierto es que Francisco hará una visita apostólica en un periplo que comprenderá Iquique, Santiago y Temuco. Al parecer, no son destinos al azar. La capital, centro del poder y de las decisiones, Iquique, tierra que acoge a un número importante de inmigrantes y Temuco, tierra de pueblos originarios. Son realidades de frontera con las cuales el Papa desea dialogar y llevar un mensaje.
Si fuera posible extender este periplo sin duda que otro lugar de frontera que Francisco visitaría sería la Pastoral de la Diversidad Sexual. Por cierto, lo acogeríamos y aprovecharíamos de contarle que llevamos 7 años trabajando por encontrar un espacio dentro de la Iglesia, que hemos acogido a tantos católicos LGB (sigla a la que deseamos agregar más letras), que abrimos un espacio de acompañamiento para muchos papás y mamás de hijos homosexuales, que hemos crecido y llegado a distintas ciudades con nuestro apostolado. Además, le diríamos a Francisco que hemos ido aprendiendo a conjugar nuestra fe católica y nuestra identidad sexual, la cual, sentimos como un regalo y un misterio.
El papa Francisco ha sucedido a Pedro instalando un lenguaje con matices importantes para abordar la realidad LGBT+. Y lo ha hecho con gestos y palabras. Es cierto también que en su exhortación Amoris Laetitia usa la palabra “tendencia” para referirse a la homosexualidad señalando: “Por eso, deseamos ante todo reiterar que toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser respetada en su dignidad y acogida con respeto, procurando evitar «todo signo de discriminación injusta» (1), y particularmente cualquier forma de agresión y violencia. Por lo que se refiere a las familias, se trata por su parte de asegurar un respetuoso acompañamiento, con el fin de que aquellos que manifiestan una tendencia homosexual puedan contar con la ayuda necesaria para comprender y realizar plenamente la voluntad de Dios en su vida (2).
Pareciera que el Papa Francisco cuando se sube a un avión encuentra ahí inspiraciones especiales. Como la vez que retornando de Brasil despachó su frase casi lema: “Si una persona es gay y busca a Dios, y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”. Y en otro avión de regreso a Roma señaló: “Creo que la Iglesia no sólo debe pedir perdón a la persona que es gay y que la ha rechazado. También debe pedir perdón a los pobres y a las mujeres maltratadas y los niños que son explotados por el trabajo infantil… Y cuando digo ‘Iglesia’ me refiero a los cristianos. La Iglesia es santa, somos nosotros los pecadores”. (3)
Pero hay más gestos de Francisco. En su visita a Estados Unidos en 2015, en la única audiencia que realizó en Washington, recibió entre varios a su antiguo alumno, Yayo Grassi, quien se hizo acompañar de su pareja hombre. La recepción del Papa a su amigo y a su pareja fue sencilla, afectuosa y significativa. Incluso se dio tiempo para un beso de despedida. También estuvo el encuentro con Diego Neira Lejarraga, católico, hombre transexual que nació niña y que escribió a Francisco para contarle que había sido marginado por su historia. Como respuesta recibió del Papa dos llamadas telefónicas invitándole a almorzar al Vaticano. Ahí le dijo “Tú eres un hijo de Dios y la Iglesia te ama y te acepta como eres”.(4)
Nuestros pastores de la Iglesia chilena, ¿cómo verán estos gestos del Papa Francisco? ¿Lo percibirán como un acercamiento a esta Iglesia de frontera donde el mensaje, como punta de lanza, son la misericordia, la compasión, el perdón, la aceptación?
Ciertamente el Papa Francisco ha confirmado la doctrina que parece inamovible en Amoris Laetitia. Sin embargo, con sus gestos y palabras ha creado un espacio distinto donde caben la comprensión y la misericordia. ¿Es que el camino que viene hacia adelante en la reflexión de la diversidad sexual debe continuar el mismo sendero que hasta ahora? Por cierto que no.
Despejando la agresión de los creadores del concepto de ideología de género, la homofobia y la bandera pisoteada de la diversidad viene el tiempo de dialogar. De mirar cara a cara y hacer una reflexión verdadera y auténtica sobre esta realidad de Dios, la de la diversidad sexual. Se trata de un diálogo verdadero, sincero y que busque un encuentro con las personas, sus biografías y sueños.
Si Francisco viniera a la Padis+ estamos seguros que no solo nos acompañaría con su empatía y comprensión. Siendo consecuente con este espacio que él mismo ha abierto nos invitaría a subir al siguiente peldaño de esta larga escalera, la que lleva a la comprensión del misterio de la diversidad sexual, la búsqueda de su sentido en el plan creador de Dios. Motivar en otro sentido sería contradecir sus propios gestos y palabras. Y Francisco no está para eso.
Consejo Padis+
(1) http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20160319_amoris-laetitia.html#_ftnref276
(2) http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20160319_amoris-laetitia.html#_ftnref277
(3) http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/article86764572.html
