¿Por qué marchamos?

Publicada el 22 de Junio del 2023

 Parte de la historia de la salvación del Pu­­­eblo de Dios y sus acontecimientos se desarrollan durante una marcha, extensa, difícil, llena de fe, dudas y esperanza. Es el camino de Israel para liberarse de la esclavitud impuesta por los egipcios, un proceso que requirió una vida entera.

Todos hemos leído o visto la narración del Éxodo. Dios que se aparece a Moisés a través de un fuego en una zarza, la confrontación con el faraón, las plagas de Egipto, la huida, el mar que se abre para permitir el paso, las Tablas de La Ley, el maná del desierto, la duda, los ídolos, el hambre, la esperanza, la Tierra Prometida.

Es un relato que de alguna forma retrata la historia de nuestra fe y la búsqueda de la libertad que nos ofrece la buena noticia.

Marchar, caminar, continuar una ruta, es parte además de la historia común que compartimos como sociedad. Hay distintos motivos, inspiraciones, inicios y finales, así como simpatizantes y detractores. Lo que queda, tal vez, es ponderar y reflexionar los frutos que quedan.

Junio, Mes del Orgullo, tiene entre sus distintivas celebraciones La Marcha. Este año vive su versión 23. Cada una, con sus banderas diversas, colores y música, ha buscado visibilizar demandas, la mayoría compartida por la comunidad LGTBQ+.

Son logros después de años. Porque la libertad que consigue el pleno respeto por la diferencia ha obligado atravesar el mar de la homofobia y la ignorancia.

Hace algunos años, nuestra Pastoral de la Diversidad Sexual, Padis+, decidió ser parte de la Marcha. Para visibilizarse, para compartir con otres, para integrarse dentro de la realidad desafiante de la realidad  LGTBQ+, y para hacer propias las alegrías, esperanzas, dolores y angustias de tantas y tantos.

La bandera de la Padis+, en medio de tantas otras, los disfraces animados, colores, las pancartas, luce pequeña, sencilla, no por eso menos llamativa. ¿Católicas, católicos en una marcha de la Diversidad? ¿Por qué no? ¿No nos une acaso la misma causa de sentirnos liberados en la tierra prometida del respeto por lo que somos?

Este año renovamos nuestra participación en la Marcha para anunciar, como Cristo, que la dignidad y el orgullo triunfan sobre la humillación y la vergüenza.

Recordamos y nos inspiramos en otras marchas:

 la de los Reyes Magos para encontrarse con la buena noticia del niño llamado Jesús; la de María cuando, aún embarazada, decidió visitar a su prima Isabel que vivía distante en otro pueblo y acompañarla en su embarazo; la de la Sagrada Familia que partió al exilio en Egipto; la que invita a pasar por la puerta angosta para entrar en el Reino; la marcha que hicieron los Peregrinos de Emaús, primero desilusionados y, luego, felices de haber encontrado al Señor; la marcha de Pablo, quien enceguecido perseguía a los cristianos para convertirse después en un discípulo del Señor.

Marchar, caminar, es parte de la historia de la fe que compartimos.

Y tú, ¿por qué marcharías?

Padis+, Pastoral de la Diversidad Sexual