Primer Sínodo Padis: "Quédate con nosotros Señor, caminemos juntos".

Publicada el 19 de Noviembre del 2018

Toda institución humana necesariamente debe enfrentar crisis y discordias como signos de crecimiento. La Pastoral de la Diversidad Sexual también vivió la necesidad de dar un paso más en su madurez enfrentando el camino recorrido, mirando las transformaciones que su comunidad estaba viviendo y reflexionar en relación a las respuestas que estaba dando a quienes acogía en su comunidad. Para acoger todo esto, desde la fe y del Evangelio, a fines de 2017 la Padis+ convocó a su Primer Sínodo y así mirar el futuro con mayor esperanza. Fruto de este Sínodo que duró entre marzo y octubre de este 2017, surgió el documento que compartimos con ustedes. Son los frutos de una pastoral inédita, que busca mayor visibilidad, diálogo, incidencia, acompañar a nuestras hermanas y hermanos de la diversidad y sus familias, y crear un lazo firme con nuestra Iglesia, desde la verdad de lo que es la Padis+.


1. ¿DE DÓNDE VENIMOS?


La Pastoral de la Diversidad Sexual, Padis+, pertenece a la Iglesia Católica a través de la participación en la Comunidad de Vida Cristiana (CVX) de Santiago, la cual nos da pertenencia en la Iglesia.
 
Nacimos en Santiago a fines del año 2010, como una respuesta a la búsqueda de acompañamiento y acogida en la fe que experimentó un grupo de jóvenes gays, lesbianas y bisexuales de diversas edades y procesos espirituales miembros de CVX. Desde nuestro origen hemos creído firmemente que nuestra Pastoral es una respuesta fiel y coherente a la acción del Espíritu, como parte de la Buena Nueva anunciada por Jesucristo que incluye a todos los hombres y mujeres sin distinción. 

Posteriormente en el año 2012 surgió un espacio de acogida para madres y padres de lesbianas, gays y bisexuales. Así se logró que esas mamás y papás se reencontraran con la Iglesia, se acompañaran, escucharan y pudieran caminar juntos en el proceso de reconocimiento de la orientación sexual de sus hijos e hijas. 

La Padis+ está conformada hoy por cerca de 80 personas gay, lesbianas y bisexuales, y por el Grupo de Padres integrado por cerca de 50 madres y padres de hijos e hijas LGB.

Desde los inicios de nuestra Pastoral, la búsqueda de un espacio espiritual y pastoral tuvo el acompañamiento de sacerdotes jesuitas, religiosas del Sagrado Corazón de Jesús (RSCJ), un sacerdote de los SS.CC y laicos de CVX.

2. ¿QUIÉNES SOMOS?

Somos un grupo de hombres y mujeres gays, lesbianas, bisexuales y transexuales católicos que, reconocidos como hijos de Dios en el bautismo, tocados por su amor y alentados por el Espíritu, deseamos seguir en comunidad a Jesucristo en la construcción de un Reino inclusivo, abierto y fraterno, alentados con humildad y esperanza a ser testimonio vivo de Cristo y servir a nuestra Iglesia.

Buscamos vivir nuestra orientación sexual en la Iglesia Católica y compartir nuestros espacios de vida comunitaria, apostólica, de formación y espiritual a través de comunidades de vida y una asamblea que reúne a toda la Pastoral, compartiendo la vida a través de la reflexión, oración y la celebración de la Eucaristía.

En esta búsqueda de cooperación en la construcción del Reino, hemos trabajado distintas instancias pastorales para dar a conocer nuestra experiencia a toda la Iglesia tales como jornadas de reflexión con el grupo de padres, reuniones con representantes de congregaciones religiosas femeninas y masculinas, y encuentros a nivel nacional e internacional a través de la Red Global de Católicos Arcoíris (En Inglés GNRC).

3. ¿EN QUÉ CREEMOS?

Basados en la dimensión profética de nuestro bautismo, consideramos un derecho y un deber dar testimonio de Cristo en la Iglesia y el mundo a través de la fe y la acción.

Creemos que nuestra presencia activa en la Padis+ y la búsqueda de la vida comunitaria, ha formado una orgánica que a través del tiempo ha demostrado la importancia de este espacio para muchos/as hermanos/as LGBT.

Estamos convencidos que la Pastoral de la Diversidad Sexual es un espacio de reencuentro y acogida con Dios, la Iglesia y los hermanos y hermanas. Desde ahí buscamos hacer crecer nuestro espíritu de comunidad para conocernos y reflexionar desde la fe nuestra orientación sexual. Todo desde la autenticidad, la compasión y el respeto de la libertad y las decisiones de los demás.

4. NUESTRA MISIÓN 

“Somos una comunidad de vida católica LGBT+, Hijos de Dios y miembros de la Iglesia. Buscamos un encuentro vital con Jesucristo desde el reconocimiento y la valoración de nuestra orientación sexual e identidad de género; empoderándonos como laicado protagonista en la construcción del Reino de Dios y acogiendo la diversidad como una oportunidad de ser testigos del Evangelio.”
(Plan Pastoral Padis+ 2017-2019)

Desde esta premisa día a día constatamos que Dios ha estado presente en lo que hacemos, a pesar de la discriminación que sufrimos y que muchas veces nos llevó a distanciarnos de la Iglesia. Desde esta misión de la Padis+ nos parece importante integrar a más hermanas y hermanos que hoy están solos y que podrían encontrar un espacio donde formemos una Iglesia Viva que nos convoque desde el amor de Dios. “Jesús lo miró con cariño”. (Mc. 10, 21)

5. ¿HACIA DÓNDE VAMOS?

Caminamos juntos hacia la construcción de una Iglesia, valorando la diversidad sexual como parte de nuestra identidad de hijos de Dios. Como miembros activos de su misión, anunciaremos la Buena Noticia desde la experiencia de la fraternidad, una actitud de apertura y el testimonio de alegría para el mundo, dignificándonos como comunidad LGBT+ y derribando los prejuicios en la Iglesia y en la sociedad. (Plan Pastoral Padis+ 2017-2019)

Anhelamos ser un mensaje vivo, cierto, respetuoso, real, digno y constante de modo que nuestra espiritualidad sea válida en la diversidad de carismas que tiene la Iglesia. Nuestro discernimiento personal y comunitario nos impulsa como un grupo frente a los distintos ámbitos de la sociedad, respecto del mensaje que queremos entregar y de la dignidad personal y comunitaria. 

Aumentando nuestra visibilidad en la sociedad y con nuestra voz, queremos manifestar que somos católicos felices de lo que hemos creado, algo que nos llena de orgullo, nos hace tener presencia en la Iglesia y en la sociedad.

 “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.” (Jn 9, 4-5)

Sínodo Padis+ 2018



6. ¿CÓMO LO HAREMOS?

1. Valorando nuestra dignidad y restableciendo lazos de confianza mediante la apertura de espacios de conversación desde la oración, la reflexión y la acción.

2. Creando espacios formales de consejería y acompañamiento que buscarán formarnos con responsabilidad en materias de orientación espiritual y experiencial sobre lo que es ser Católico LGBT+ en el entorno familiar, de amigos, el espacio laboral y los hermanos de la Pastoral de la Diversidad Sexual, y de la gran comunidad que es la Iglesia Católica.

3. Formando un diálogo consistente en distintas instancias desde donde se nos invite y que generemos nosotros mismos, para poner en marcha el deseo de compartir la Buena Noticia de la Padis+ a todos los hombres y mujeres, heterosexuales o LGBT+.
 
4. Este diálogo también debe ser con la Iglesia, pero debemos saber cómo comunicarnos desde lo que compartimos y reflexionamos en torna a las diferencias, teniendo presente la dignidad de todo hombre y mujer como principio y fin del diálogo. 

Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que salieses de la matriz te santifiqué, te di por profeta á las gentes. (Jeremías 1,5)

5. Creando hitos que se convertirán en etapas necesarias y obligatorias para ir creciendo y sentir cómo la Padis+ nos va transformando. 

6. A través del diálogo y acciones concretas queremos compartir y hacer comprender junto a la Iglesia: 


•La responsabilidad de haber generado una “memoria negativa” en relación a las personas homosexuales, e incidir en el cambio de concepciones que siguen condenando la homosexualidad.
•Es tarea de la Iglesia -nacida del amor de Cristo- realizar gestos concretos de reconocimiento de la realidad de las personas LGBT. 
•La violencia contra la sociedad comienza en los discursos. Significa que la Iglesia participa también de esa violencia cuando apela a un “desorden contra natural”, algo que marca la existencia y opciones de vocación de las personas dentro de la comunidad. Por lo tanto, es importante resignificar el uso del lenguaje dentro de la Iglesia para construir una realidad distinta.
•Creemos que los sacramentos –un camino a la santidad propuestos por la Iglesia y fundamentados en Jesucristo- no pueden ser una experiencia selectiva, excluyente ni disciplinar. Los sacramentos celebran la inclusión en una mesa para todos, algo que hizo Jesús y que hoy actualizamos en la eucaristía.

Entendemos que lo que inspira nuestro trabajo pastoral no es solo nuestra situación de exclusión y discriminación, sino además, el deseo de compartir juntos la Buena Nueva de Jesucristo, su Palabra que nos conduce, inspira, libera y restituye. 

Desde la Pastoral de la Diversidad Sexual daremos testimonio de lo que se nos ha dado en estos años, y así confiar en esta comunidad que también está enriquecida por el Espíritu dentro de la Iglesia. También, desde la fuerza que recibimos deseamos colaborar en la animación desde ese mismo Espíritu y señalar: “no teman”, “el Padre de ustedes ha querido darles el Reino”, “la riqueza es inagotable”, “confíen”, “no se acomoden”, “manténganse despiertos esperando el Reino.

Queremos vivir nuestra vida del modo en que Dios Padre nos creó y según cómo nos llama en nuestras consciencias (CIC 1776) como hijos amados. “Y vino una voz de los cielos, {que decía:} “Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido” (Mc.1, 11). Queremos construir nuestra Pastoral con la Iglesia y desde la Iglesia, a ejemplo de muchos hombres y mujeres santos y de buena voluntad que, a través de la historia, nos han dado una enseñanza y ejemplo a seguir. 

En la exhortación apostólica del papa Francisco sobre el amor en la familia, podemos destacar que: La homosexualidad no es un tema principal de Amoris Laetitia (AL), pero el documento deja planteada la inquietud de cómo acompañar a familias con integrantes homosexuales (AL 200). El texto no desarrolla las características de una pastoral de o para las personas homosexuales, lo que tampoco fue el tema de los sínodos. Será un tema para el futuro. AL deja abierta la puerta para reflexionar y discernir. Tal como indica Francisco: “Al mismo tiempo, la complejidad de los temas planteados nos mostró la necesidad de seguir profundizando con libertad algunas cuestiones doctrinales, morales, espirituales y pastorales.” (AL, n° 2).


Sínodo Padis+ 2018


7. ¿CON QUÉ SOÑAMOS?


Soñamos con una Iglesia que quiera acoger a las familias con hijos/as homosexuales, que se preocupe por ellas y entregue herramientas para que esa familia pueda seguir caminando junto a su hijo/a, sin vergüenzas, sin miedos, que siga sintiéndose parte de la comunidad eclesial a la que pertenece, para que tengan la certeza de que su hijo/a, seguirá siendo reconocido/a y valorado/a, como persona plena e hijo/a amado/a de Dios Padre.
 
Soñamos con una Iglesia que quiera abrirse y dialogar, permitiendo un desarrollo integral de la persona, mirando los desafíos que los nuevos tiempos nos invitan a vivir.

Soñamos con ser una comunidad con una escucha activa y genuina de la novedad que el otro me revela en el diario vivir. Tenemos confianza en la acción de Dios sobre la vida de cada persona, en el Espíritu Santo que habita en sus consciencias y en la certeza de que nos necesitamos mutuamente en el proceso de descubrirnos, unos con otros, como hermanos y hermanas entre nosotros y de Jesucristo.

Soñamos con una Iglesia que se esfuerza por ser fiel al mensaje del Evangelio y sea lugar de encuentro, de acogida y sanación para todos los hijos de Dios, sin exclusiones de ningún tipo como se plantea en el Evangelio, en el encuentro entre Jesús y la Samaritana (Jn.4, 5-43). Desde ahí nos preguntarnos: ¿por qué no conocemos ese don de Dios? ¿Qué es lo que ata nuestro conocimiento para conocerlo? 

El mensaje de Cristo se nos presenta claro, como una luz alejada de toda sombra u oscuridad. Sin embargo, nos encontramos ante sombras que esconden el “don de Dios”. Nosotros también queremos participar de ese don al igual que la samaritana que es acogida y querida por Jesucristo. Ese don no es otro que el del amor, de la conversión, de la paciencia, respeto a la vida, a la diversidad etc. Abramos nuestro entendimiento para que, al igual que la samaritana, conozcamos el don de Dios y así nuestra vida sacie la sed de conocerle, y así comunicarlo y compartirlo con muchos/as hermanos/as en nuestra misma condición que lo buscan y lo necesitan.

Padis+ 2018